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lunes, 24 de octubre de 2011



DE LO QUE TENGO MIEDO

ES DE TU MIEDO.

(WILLIAM SHAKESPEARE)


Se aproxima, con paso retumbante, la festividad de Halloween, otra americanada con sus errores y sus aciertos.


Pero como a todos/as (o casi) nos gusta pasar miedo, qué menos que recuperar para estas fechas clásicos de la literatura como Drácula de Bram Stoker, Frankenstein de Mary Shelley, los Cuentos de los hermanos Grimm, las Leyendas de Bécquer, cualquier relato de Lovecraft...


O disfrutar de películas tan divertidas como Pesadilla antes de Navidad, Monster House, La novia cadáver, La famila Adams, Los Cazafantasmas, Bitelchús...


El caso es asustarse (o reír) un poquitín.


¡Hasta pronto!

jueves, 6 de octubre de 2011



NUESTRO CARÁCTER ES EL RESULTADO DE NUESTRA CONDUCTA.

(ARISTÓTELES)


Iniciamos este nuevo recorrido con la enésima composición de nuestro rapsoda (¡qué magnífico juego de palabras!) particular, Mateo Narváez. Disfrutadla.


Náufrago en una mar de pensamientos externos y distantes a mi realidad...

Porque nunca presté atención a esta humanidad,

porque nunca pensé que volvería a estallar.

Pero estallé, y ahora, de repente, mi delirio es un delito.

Para Demiurgo y esta sucia sociedad siempre demostré capacidad,

denuncié insensibilidad, denoté mi rabia ante la adversidad.

Deposité mi habilidad en tres sílabas fundamentales en mi vida: RAP.

Para aquel que no quiera imaginar,

que no quiera escuchar tanta falsedad,

que simplemente quiera decir la verdad de esta cruda realidad

y no dejarse engañar por un derrame de ignorancia en esta humanidad.


Náufrago contra corriente, escuchando voces que me gritan: "¡Delincuente!".

Desangelado, cabizbajo, con desarraigo,

es así como ando: deambulando, naufragando.

Me describo desafortunado, sorprendido y engañado.

Asustado pero atento, por este viento que provoca mi movimiento.

Armado con el vocablo: es así como me defiendo

contra el desasosiego en la humanidad que explota este planeta.

¡No sé dónde iremos a parar!


Intento defenderme y defender la falta de tranquilidad,

de cultura y de sensibilidad.

Destaco mi capacidad.

Desbarato la injusticia.

Desbanco la ley de la crueldad.

Tiño de verde un paisaje contaminado por la mentira y la desigualdad.

Discrimino la discriminación.

Discrepo en la conversación.

Comparto un sentimiento de lucha, rabia acumulada,

contra un director con discapacidad descomunal.


Diseñé palabras, frases con sentido,

para todos aquellos que me escuchen cuando yo ya no esté vivo.

Soñé que me despertaba con ilusión,

pero sólo en un sueño se quedó.

Me levanté y me fijé en que tenía un diccionario como locutor

y este Eme'ce como receptor.

Escupía mi rabia en cada renglón.

Si la distracción me disgustaba,

componía letras melancólicas

para un amanecer en la playa.

Si la soledad me atacaba,

yo dejaba que me hiriera con sus punzadas

para que me desangrara

y de esta forma la vida nunca más me maltratara...