ENTRE POR SU PROPIA VOLUNTAD
Y DEJE UN POCO DE FELICIDAD.
(Drácula a Jonathan Harker,
en DRÁCULA de Bram Stoker)
No es noticia nueva que durante este curso nos estamos preparando para representar la obra teatral Drácula: The Musical. Para abrir boca (o para hincar colmillo) aquí os presentamos como avance el rap con el que el eximio Mateo Narváez calentará motores minutos antes de que la pieza cobre vida. Ni qué decir tiene que es fruto de su magín. A disfrutarlo.
Soy el mutante, el ser inerte,
el que por las noches se divierte.
Me gusta salir y hacerte huir,
verte escabullir es ser feliz para mí.
Me gusta volar, transformarme
en un ave nocturna, alzar el vuelo
y oírte chillar.
Seres humanos que tanto me odiáis,
he venido a cazar, beber litros de sangre
hasta reventar.
Os voy a morder la yugular
y ni siquiera el sol lo podrá evitar.
Empezad a tiritar, que este vampiro
os va a desangrar.
Por algo me llaman Señor del Mal,
conocido en América, Asia, Europa, África,
Oceanía y más allá, así que
atentos porque caza os voy a dar.
El día no me afecta y nadie me molesta.
Os voy a convertir en el ser más infeliz
y, así, haceros sufrir.
Sonidos de trompeta a esta fachada
no infectan, trucos de viejas
me dan más fuerza para atacar
y crear un ejército del mal.
La base se altera, mi cabeza
ya no da vueltas.
Tengo sed y quiero beber. Voy a un bar
y sangre no me dan, así que
en el crepúsculo voy a atacar.
Ni Edward ni Bella, mi sangre
es verdadera; ni hombres lobo
ni bestias, mi fuerza
nadie la frena.
Ni el Averno me quema. Soy un vampiro
de los que ya no quedan.
A muchos he cambiado
y ni una sola gota de sangre he desperdiciado.
A veces pálido, otras menos claro.
¡Vampiros, esta es nuestra era!
¡Atacad a esta vieja escuela!