UNO CREE QUE VA A HACER UN VIAJE,
PERO ENSEGUIDA ES EL VIAJE EL QUE LO HACE A ÉL.
(NICOLAS BOUVIER)
Pues ya nos encontramos con el tercer trimestre iniciado, encaminándonos hacia el desenlace... Mucha suerte (fruto del trabajo, claro está) para estos últimos días.
¿Y qué podemos decir del viaje tan comentado en las anteriores entradas? La respuesta es sencilla: a pesar de la enconada lluvia que nos acompañó durante dos de las cinco jornadas londinenses, hemos recorrido la ciudad sin desmayo y hemos conocido todos los lugares (y alguno más de propina) que teníamos previstos visitar. Y lo mejor, por supuesto, y a pesar de algún que otro escollo, han sido los estupendos momentos vividos en la convivencia diaria. Particularmente, el que esto escribe recuerda de manera muy especial las risas que compartimos, creando situaciones verdaderamente absurdas, mientras paseábamos por los alrededores de la Torre de Londres, risas que culminaron en las carcajadas que endulzaron el café que alguno tomó en el Starbucks que hay situado frente al Puente de Londres. Impagable ese tiempo.
En fin, que como muestra dejo las dos imágenes superiores. La primera, una foto de grupo tomada en la entrada del Museo Británico. Observadla bien, que en ella aparecen detalles dignos de comentario (como el careto de Nathan). Y la segunda es un homenaje a la fauna autóctona de los parques de Londres: una ardilla de los Royal Gardens, al lado del Palacio de Buckingham, en plena labor roedora.
¡Hasta pronto!